Si no sentimos una buena economía, es que no existe una buena política. (Segunda y última parte)
Hay dos clases de economistas; los que
quieren hacer más ricos a los ricos y los que queremos hacer menos pobres a los
pobres. J. L. Sampedro
El mundo se hizo
“pequeño”, esto, debido a la tecnología electrónica y a los avances en todos
los servicios. Un teléfono celular de hoy, tiene más acceso a los sistemas e información
que la NASA de hace 25 años, así de fácil. En este mundo tecnológico se tiene
un ranking (renglón de calificación) de competitividad global y con datos del
IMD al 2018, Estados Unidos ocupa el primer lugar. Singapur, un país con cerca
de 6 millones de habitantes tiene el escalón número 3, Dinamarca el 6, Noruega
el 8, Canadá está en el lugar 10, Alemania se encuentra en la posición 15,
México en el 51, Eslovaquia el 55, Argentina 56, Grecia 57, Brasil se encuentra
en el lugar 60 y Venezuela en el 63. Si México se encuentra calificado como la
economía mundial numero 15 (con una medición del volumen de comercio
internacional – Balanza), no es congruente nuestra posición en la
competitividad global. A mayor competitividad, mejores oportunidades de competencia
comercial internacional y mayor número de empleos. Más ahora que no se ha
definido el TLC, el cual genera millones de empleos para México.
Las reformas
estructurales como la educativa, la energética, etc. ¿En que tanto se
actualizarán? La energética solo sirvió para entregar el petróleo a compañías
privadas, en su mayoría extranjeras. La reforma educativa marcará en caso de
ser bien llevada y aterrizada, a solucionar las necesidades de un país que
tiene más de 35 millones de estudiantes en todos los niveles y que este renglón
significa el desarrollo social y económico de la nación para asegurar el
bienestar de 130 millones de mexicanos. Esto, solamente con una buena política
pública se puede lograr.
Para sentir una
buena economía nacional y familiar, debemos ver que realmente se combata la
impunidad y la corrupción. En este tema no se ha observado una buena directriz
ni resultados positivos. El dinero de gobiernos huidos o detenidos, debe
rescatarse ya que se le quitó a hospitales, escuelas, infraestructura, seguridad
pública, etc. La inversión privada que es la generadora de los empleos y de la
riqueza, se contrae al ver que no hay un verdadero estado de derecho.
Nuestra
economía a pesar de ser el número 15 del orbe en la balanza comercial, es muy
sensible. El peso mexicano se desliza bruscamente ante cualquier mala noticia.
Y ante ese escenario, es muy importante conocer el verdadero estado de las
finanzas nacionales ¿Cuánto debe el país, en lo público y lo privado?, ¿Cuánto
adeuda Pemex?, ¿Cuánto nos falta para pagar la inmoralidad del FOBAPROA (ahora
IPAB)?, ¿Cuánto es el monto para cubrir las pensiones del gobierno federal y
sus empresas? Lamentablemente nos enteramos de las malas noticias cuando ya
revientan o por casualidad. Es muy importante hacer un corte para saber a qué
nos enfrentamos como ciudadanos, luego de ver tanta corrupción y tanta pobreza.
¿Si no sentimos bien la economía?, ¡es que no existe una buena política pública!
Esto y más, deberá tener el proyecto de nación para el próximo sexenio, pues
una buena economía, da bienestar personal.
P.D. La economía consiste en saber gastar y el
ahorro en saber guardar. O. Marden.
“CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO TRABAJO A
MEXICANOS “
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