DEUDA PÚBLICA.

PARA SALIR DE LA POBREZA, PRIMERO HAY QUE SALIR DE LA IGNORANCIA.





El período del gobierno federal ya cumplió su primera mitad y ahora se presenta el resto sexenal, donde se cosecha lo bien sembrado o las acciones erróneas pagarán factura. La economía cayó un (-) 8.5 % durante el 2020 y si la inversión privada no encuentra certeza y estado de derecho, el gobierno federal deberá tomar la decisión de optar por dar seguridad al capital productivo o por un endeudamiento público. El limitar que el país solicite más créditos no sólo depende del buen manejo de las finanzas públicas, pues los pasivos (PEMEX y CFE) representan al gobierno ser el aval pagador.

PEMEX tiene un adeudo superior a los 113 mil millones de dólares (MMDD) sin tomar en cuenta el tema laboral y de pensiones, el cuál se estima en 80 MMDD. Las calificadoras internacionales señalan la emisión de deuda pública como estable y negativa en los mercados internacionales. En el 2020, PEMEX recibió apoyo gubernamental y se le redujo el cobro de impuestos y se le otorgaron estímulos fiscales. Estas dos empresas “manejadas” por el gobierno, tienen que ser productivas pues el dinero que se pierde en ellas y los pagos a sus pasivos, restan capacidad económica para desarrollar inversión en infraestructura social (hospitales, escuelas, etc.) y productiva (carreteras, presas, etc.). De hecho, el gobierno respalda la deuda de estas dos empresas, mas no legalmente ya que de quererse así, se tendría qué cambiar la Constitución y con ello documentarse y registrarse como deuda pública, originando que la relación deuda-PIB aumentaría mucho, cercano al 60 %. PEMEX apuesta al control de importación de gasolinas para reactivar sus refinerías y la CFE se atiene a la negación de nuevas concesiones para la generación de energía limpia y así crear su propia energía. Una apuesta en contra de la productividad y del medio ambiente.

Una deuda pública alta, disminuye la capacidad de gestión y en el caso de nuestro país,  lo vemos con una falta de infraestructura hospitalaria y de medicinas. Las políticas de austeridad son buenas, siempre y cuando sean dirigidas a gastos  innecesarios y erróneos en lo social y en lo productivo. La deuda pública se ubica en niveles de 13 mil billones de pesos (un millón es un millón de millones), con cifras del Centro de Análisis México Evalúa y sin embargo, se tomó dinero los fondos de estabilización, donde se compensan las caídas de ingresos del sector público en un 82 %, al pasar de 387 MMDP a 67 MMDP. ¿A dónde fue a parar ese dinero?

Factores que van a influir en la deuda pública son: la salida de aproximadamente 30 MMDD en los últimos dos años y la cancelación de los proyectos de energía limpia, en los cuáles se estimaba una inversión de 30 MMDD. En agosto pasado se dio la salida del 25 % del total de capitales invertidos en valores gubernamentales. El pago tarde o temprano de los adeudos de PEMEX y CFE. Actualmente, la relación deuda-PIB es del 48.5 % con una clara tendencia a aumentar. La economía es un factor muy sensible que afecta positiva o negativamente el bienestar de un país y si ésta no es bien llevada, la calidad de vida de esa nación irá disminuyendo.

 

P.D. JAMÁS DIGAS: NO PUEDO. PREGÚNTATE, CÓMO PUEDO.

CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y  ESTARÁ DANDO TRABAJO A LOS MEXICANOS.

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