El trabajo informal en México.


La Democracia empieza con el bienestar familiar. Gustavo Puente Estrada.



           La informalidad es una realidad en el mundo desde que este nació. Es una forma de trabajar sin garantías y prestaciones así como tampoco con muchas obligaciones.  En números redondos, en nuestro país sobreviven en este sector 30 millones de personas y estos apenas fueron reconocidos por el instituto que es responsable de estas cifras. Para este importante sector económico no existen los contratos, pensiones, liquidaciones, seguro social, etc. El último registro del IMSS, apenas se superan los 18 millones de trabajadores en la formalidad, casi la mitad de los informales.

           El INEGI contabilizó que estos 30 millones de informales representan el 57.2% de la población ocupada, estimando así que la Población Económicamente Activa (PEA), es de 52.5 millones de personas. En la práctica se calcula por organismos no gubernamentales que la PEA ya asciende a 60 millones de mexicanos y esta gran fortaleza no está siendo educada tecnológicamente ni bien aprovechada.

          La economía informal, tomando la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), son los micronegocios, la agricultura de subsistencia, el servicio doméstico remunerado y otras más. También incluye variedades de trabajo ligadas a la economía formal y que se desempeñan bajo condiciones de desprotección laboral. Quienes compran fruta en los mercados y la venden partida con limón y chile, quienes lavan autos en la calle o los cuidan. Quienes ayudan a sus familiares o amigos en un pequeño comercio, taller, etc. Están generalmente en la economía informal. Quienes venden en los tianguis de diario o fines de semana, estos, generan un 24% del Producto Interno Bruto, es decir, la riqueza generada por el país (PIB). Casi la mitad de este porcentaje es llevado a cabo por quienes trabajan en hogares, en la producción de bienes y venta de servicios.

           Uno de los grupos que entran en la informalidad son los jornaleros que se calcula son 2.4 millones que laboran de empleados en el campo mexicano y se encuentran en los trabajos más desprotegidos debido a sus largas jornadas de trabajo, bajos salarios y falta de garantías. El 80% de los jornaleros carecen de prestaciones laborales como IMSS, aguinaldo, vacaciones etc. México importa cada vez más alimentos y lo hace de países con alta tecnología, subsidios bien otorgados y realmente entregados al productor. La dependencia alimentaria es riesgosa. Quizá el 90% de la población de México se concentra ya en ciudades y es ahí donde crece la informalidad y la incertidumbre por la salud de la familia. La seguridad social para estos 30 millones de mexicanos ¿de donde va a salir si cada día se gasta más dinero en organizar las elecciones? El país tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos en todos sentidos. Debe ser una autoridad ejecutora y salvaguarda de sus pobladores. La informalidad vive en la inseguridad y esto es una realidad y un riesgo.



P.D. Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás. Galbraith.



 “CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO TRABAJO A MEXICANOS “


¡México es primero!  

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