México y Estado Unidos no son vecinos distantes, sino socios estratégicos
La
diferencia entre ganar y perder, es el no dejarlo. Walt Disney
El título de este artículo es copiado de la conferencia que impartió el
Cónsul General de México en la región
del estado de Illinois, en la Unión Americana durante la asamblea extraordinaria
de la Coparmex en San Luis Potosí en días pasados. La zona que comprende
Chicago, está poblada por 3.5 millones de mexicanos o descendientes de estos,
lo cual permite al Cónsul Lic. Carlos Jiménez Macías tener un panorama muy
claro de los resultados de la nueva política norteamericana en relación con México,
su economía y los 34 millones de mexicanos o ciudadanos de este origen que
trabajan y estudian en esa nación. Es una realidad que más de 11 millones de
mexicanos no tienen permiso para trabajar en Estados Unidos y lo hacen, sin
embargo también es cierto que cerca de 7 millones de norteamericanos trabajan
en bienes y servicios exportados a México y que el 8% del Producto Interno
Bruto (PIB), de esa nación la generan los extranjeros que laboran ahí.
El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre las tres economías del
norte de América, están ya trabajando en los preparativos a las negociaciones
de la segunda versión de este TLC. A partir de mayo pasado y hasta el día 16 de
agosto son consultas con su Poder Legislativo en el Gobierno Norteamericano
pues en el próximo mes dan inicio las reuniones de los tres países. Se habla
del interés por parte de USA de negociar por separado con Canadá y México en
caso de no verse beneficiado en los planteamientos. Para el presidente Trump
los derechos de propiedad intelectual, las prácticas regulatorias, las pequeñas
y medianas empresas, los procedimientos aduanales y medidas fitosanitarias, el
trabajo, servicios y medio ambiente y en especial el tema de inmigrantes
mexicanos asentados y por llegar son los que plantea en un inicio y a los que
más importancia les da. Quizá tenga cartas bajo la manga que no conocemos y
serán una sorpresa.
Al final,
no todo son noticias malas. La economía no es una ciencia exacta, no son
matemáticas y es por ello que se tiene que estar atento a los cambios presentes
y avizorar los posibles escenarios futuros. La nueva política norteamericana
hacia México no cambia todo y como muestra, la Cámara de Comercio Estados
Unidos – México (AMCHAM), confirmó que no reducirán las inversiones de
empresarios de ese organismo a pesar de la renegociación del TLC-2. Durante el
año 2016, los socios de esta Cámara invirtieron en nuestro país 93 mil millones
de pesos (MMDP) y esperan superar ese monto de inversión este año. Si recordamos
la historia con nuestro vecino del norte podemos amargarnos al saber que se
“vendió” casi la mitad de nuestro
territorio durante el mandato de Antonio López de Santana a Estados Unidos. Que
se preparó un documento humillante que permitía a los norteamericanos civiles y
militares transitar libremente por una franja fronteriza bastante ancha que recorría
desde el Golfo de Cortés hasta Matamoros y en caso de sufrir asaltos o pérdidas
estos viajeros, el gobierno mexicano debía pagar los daños. Afortunadamente
este tratado sin límite de expiración, es decir a perpetuidad, no se firmó
debido a la guerra civil en Estados Unidos. Este era el Tratado Mc Lane- Ocampo
(1859). No ratificado por el Senado de aquella nación. Existían en el proyecto
tres vías que cruzaban el territorio nacional libremente. Donde también
comprendían el Istmo de Tehuantepec y le agregaban una vía libre de Tehuantepec
hasta Coatzacoalcos, Ver.
Es verdad, la relación con la economía más importante del orbe no ha
sido ni será fácil, sin embargo, en este nuevo TLC-2 que inicia su negociación
el próximo mes, México debe incluir en su equipo de políticos negociadores a la
academia, que tienen en forma objetiva las cifras y las combinaciones
económicas posibles. No pueden faltar quienes tienen la experiencia en carne
propia para bien y para mal; los empresarios exportadores e importadores. El
pasado TLC duró 24 años, las condiciones económicas, sociales y políticas
cambiaron. México también tiene que adecuarse al siglo XXI en todos sentidos.
P.D. Grande es aquel que para brillar, no necesita
apagar la luz de los demás.
“CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO
TRABAJO A MEXICANOS “
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