¿Dónde quedó el crecimiento económico?



Solo es digno de libertad aquel que sabe conquistarla cada día. Goethe.  

        A pesar que se especuló que las reformas estructurales darían en forma rápida al país un crecimiento económico y consecuentemente una mejora en el aspecto social, esto no se ha dado del todo. El Producto Interno Bruto (PIB), creció durante el 2017 en un 2.3% y durante este año, dependiendo del arreglo con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLC) y del resultado en el proceso electoral el uno de julio próximo, es de pronóstico reservado el crecimiento. Sin embargo, la generación de empleos continúa, las exportaciones están creciendo en relación al año anterior, las remesas o dinero recibido en México de trabajadores en el extranjero ha mostrado cifras mayores en referencia al primer cuatrimestre del 2017. El turismo continúa en forma ascendente su expansión y se espera superar los 80 millones de visitantes que ingresaron al país durante el año pasado. Esto es un inicio de prosperidad bajo un nuevo esquema de reformas, sin embargo, estas deben irse adecuando al día, y alentarlas el nuevo Gobierno Federal a partir del próximo diciembre para que este esfuerzo sea realmente efectivo.

          El país tiene que adecuarse a la modernidad en el sector público y en la inversión privada. La competencia ya no es con el estado vecino, no,  desde hace 30 años el mundo se globalizó y eso obliga a sobrevivir, morir o destacar. Esa es la tarea del sector productivo, junto con la generación de empleos. En el ámbito gubernamental, urge una reforma fiscal que promueva la inversión privada y de certeza a esta. Estados Unidos, en forma reciente “bajó” sus impuestos, y en forma preferencial a las grandes empresas, donde el rango de su tasa impositiva está en un 20%, cuando en México continuamos con el 32% del Impuesto Sobre la Renta (ISR). Este hecho, hace al vecino del norte un paraíso fiscal, donde empresas mexicanas y extranjeras asentadas en nuestro suelo podrán cambiar su domicilio social- fiscal a ese país y llevar a cabo el pago de sus impuestos fuera de México. Disminución de ingresos y limitación de inversiones públicas.

           Las condiciones de la economía macro (grande), son el componente de un todo: exportaciones, importaciones, empleo y desempleo, economía informal, sector agropecuario y minero, el industrial, el comercial y de servicios. Es un todo. Por cada medio punto porcentual que baje el PIB, se pierden 11 mil millones de pesos (MMDP). Por cada peso que se pierde en la paridad cambiaria con el dólar, hay disminución en el presupuesto federal por 5,200 MDP. Por cada 50 millones de barriles (40 galones) de crudo de petróleo que se dejan de producir o exportar, se merma el ingreso en 12,500 MDP. Una buena administración pública y un sector productivo competitivo dan como resultado el bienestar social. Así de fácil. No se requiere de grandes planes nacionales ni de debates.

   

P.D. No mires de dónde vienes, sino a dónde vas. Beaumarchais

“CONSUMA LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁ DANDO TRABAJO A MEXICANOS “
¡México es primero!

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