SE AVECINA UNA CRISIS ENERGÉTICA.

LOS CIENTÍFICOS PUEDEN PLANTEAR LOS PROBLEMAS QUE AFECTARÁN AL MEDIO AMBIENTE CON BASE A LA EVIDENCIA DISPONIBLE, PERO SU SOLUCIÓN NO ES RESPONSABILIDAD DE LOS CIENTÍFICOS, ES DE TODA LA SOCIEDAD.

MARIO MOLINA



El alto costo de la energía eléctrica y la visión clara de una contaminación ambiental en la generación de la misma en nuestro país, ha generado una migración del 40 % de los usuarios residenciales que habían estado pagando tarifas eléctricas más caras de la CFE, las de alto consumo (DAC), evitó que siguieran sus cuentas altas con la instalación de paneles solares, principalmente. Al término del año 2021, la CFE tenía 167 mil 859 clientes DAC a nivel nacional, 110 mil 453 menos al cierre del 2020. Durante el 2019, se tenía un registro de 470 mil 280 usuarios de alto consumo. Las razones son obvias. Los paneles solares tienen muchos beneficios económicos y fiscales. El padrón total de usuarios domésticos en la CFE asciende a 41 millones 549 mil tomas. El mensaje es muy claro: preferencia a tarifas baratas y energía limpia y segura en su abastecimiento.

El contexto actual de cambio climático representa una oportunidad económica para las inversiones verdes que influyen positivamente en el medio ambiente, la innovación y la tecnología. Como respuesta a todo esto, aparecen en el mercado, bonos de inversión  y con ello, el apoyo a las inversiones de energía sustentable. Su denominación es: “dinero verde”. Y la respuesta a la oferta de estos bonos ha sido positiva ya que los adquirentes confían más en empresas que cuidan el medio ambiente, a sus colaboradores y a la sociedad, pues representan algo más viable. El tener presente las consecuencias de contaminación de seguir utilizando energía sucia, el sector financiero observa oportunidades en programas que cuidan el medio ambiente y para ello el Programa Global FELICITY y la Cooperación Alemana de Desarrollo Sustentable (GIZ), canaliza sus proyectos e inversiones para evitar la aparición del “cisne verde”, es decir, las crisis económicas y financieras originadas por la contaminación global.

Aunado a lo anteriormente mencionado, se presenta en el país una crisis de sequía y escases de agua potable, lo cual ha puesto en alerta a varias ciudades importantes del país y al sector agropecuario. Desde el pasado 20 de marzo, los 5.3 millones de habitantes de la zona metropolitana de Monterrey no reciben lluvia y esto, complica el desarrollo industrial de la segunda región del país en este tema productivo. El consumo de agua por persona en la ciudad de Monterrey es de 98 litros diarios y en la CDMX asciende a 307 litros. Esta sequía en México viene desde el año 2021 y se presenta principalmente en los estados del centro y del norte. La inversión pública debe canalizarse en buena medida a este renglón y actualizar la utilización productiva de agua al campo, así como garantizar el abastecimiento y calidad de este líquido vital a los centros poblacionales. Como resultado de la última reunión plenaria de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y ante más de 120 ministros de comercio de los 164 países miembros se llegó a la conclusión que se tiene un severo problema de pandemia, escasez de alimentos y el agotamiento de recursos pesqueros y con ello, un futuro económico difícil. Bastante claro el mensaje: escasez de agua y de alimentos.

 

P.D. EL FRACASO ES LA OPORTUNIDAD DE EMPEZAR DE NUEVO CON MÁS INTELIGENCIA.

CONSUME LO HECHO EN MÉXICO Y ESTARÁS DANDO TRABAJO A MEXICANOS.

¡MÉXICO ES PRIMERO!

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